Era un jueves por la tarde y estábamos ya cerrando la sesión de terapia de esa semana donde externé todo este "revoltijo" mental que traía entorno al duelo.
Comenté "...tengo muchos pensamiento acerca del duelo, quiero aprender a verlo diferente, como si fuera más una oportunidad. Siento que algo dentro de mi me impulsa a querer redescubrirme, reinventarme, renacer. Así como mi nombre. Renata."
A lo que mi terapeuta respondió "Qué condena..."
"¿O bendición?" pensé...
Estos últimos meses he estado trabajando constantemente en cuestionarme todo, todo lo que creo, lo que pienso, lo que hago, lo que digo, lo que quiero, lo que me gusta y lo que no me gusta, todo, literalmente TODO.
A veces pienso que estoy en una "crisis" de los 30's o que tal vez llegué a vivir algo muy específico que me condujo a este momento presente y consciente para entrar en este proceso que me ha resultado fascinante. Un proceso que llamaré "Mudar de Piel".
A lo largo de este tiempo he descubierto nuevas herramientas, nuevas personas y nuevas formas de ver y sentir la vida.
Por ejemplo, el más reciente, aprendí el poder del habla. Si algo no he puesto en práctica los últimos años de mi vida, es el hablar. Hablar de mi, de lo que pienso, de lo que siento, de lo que quiero... siempre ha resultado ser más cómodo para mi escuchar. No decir nada y tener siempre una narrativa interna que hoy entiendo, no fue realmente buena. De pronto me cuento historias sumamente angustiantes y terroríficas...
Sin embargo, al comenzar a hablar he aprendido a escucharme.
He aprendido a ponerme atención, me puedo reconocer, me puedo valorar y con eso me he podido encontrar conmigo. Con mi más pura esencia. Con Renata.
Esa Renata capaz, fuerte y valiente que día a día, sin importar nada, tiene el superpoder de su sonrisa. Inteligente y sensata. Compasiva y amorosa. Esta Renata resiliente, optimista y capaz.
Esta Renata que decide romper con muchas creencias limitantes, que aprende a desaprender de patrones familiares, esta Renata que ya sabe poner límites y que sabe que está bien, son necesarios y son sanos.
Esta Renata que hoy muda de piel para poder SER, en esencia esta mujer merecedora, esta mujer fiel creyente de lo inexplicable, de la magia de la vida.
Ser Renata.
laGuizar.
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