Por muchos años te he dado el control de mi vida, has ido al mando.
Has tenido libertad absoluta en mis decisiones, nos has privado de vivir y disfrutar muchos momentos que ya se fueron y seguro no volverán.
Nos has resguardado en una zona cálida, cómoda y segura, lejos de todos, lejos de mi.
Una celda pintada de alegría, repleta de buenas intenciones... una celda fría y vacía.
Eres muy buena para contar historias, tus géneros favoritos son sin duda el terror, el drama y el suspenso.
Me causas un enorme temor, me llenas de límites y me cohíbes ante cualquier situación por mínima que sea. Me encarcelas con tus cuentos, no me dejas ser ni estar. Estar aquí, estar ahora.
He tratado de ocultarte, incluso de negarte. Ahora te reconozco y trato de entenderte, tu sólo quieres protegerme. Quítate el pendiente, que ahora yo voy al frente y te aseguro que lo voy a hacer bien.
Vamos a estar bien, todo va a estar bien.
Y aunque aún tenemos mucho que mejorar en nuestra relación, te pido que confíes en mí.
Estos miedos que compartimos, esta historia que vivimos nos hace ir en este viaje juntas, pero debes enterarte que tú ya no vas al volante, ya no marcas la dirección, tu lugar está en el asiento de atrás y ni siquiera tienes permiso de elegir cuál será la próxima canción.
Ponte cómoda con todos nuestros miedos mi querida ansiedad, que este es tu nuevo lugar.
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