Ir al contenido principal

Lección #1953

 ¿Qué perdí cuando perdí? 

Perdí a mi papá, mi primer amor, mi superhéroe, la persona que me invitaba a soñar y con tan sólo un guiño me hacía creerme capaz lograr todo cuánto quisiera. Partió mi paz y mi faro de luz. 

Perdí fuerza, confianza y mi camino.

Perdí mi estabilidad en todo sentido, fue el hombre que siempre me dio su apoyo, amor y voto de confianza a todo lo que quería en la vida. 

Perdí a mi padre y siento que perdí mi esencia, mi identidad. 

¿Qué gané cuando perdí? 

Aprendí mucho acerca de valorar el momento, cada instante de la vida.

Aprendí que todo es pasajero, que nada es para siempre y que la vida se vive cada día. 

Aprendí a expresar y demostrar mi amor a mis seres queridos en vida.  Aprendí que con las acciones puedo honrar a los que ya no están y han sido parte de mi historia.

Aprendí que gracias a toda su enseñanza pude crecer, madurar y saberme capaz de lograr lo que me proponga. 

Aprendí a confiar en el plan perfecto de la vida. Que no es necesario entenderlo de pies a cabeza, pero sí aceptarlo, amarlo y tener la mejor actitud ante lo que vaya surgiendo.

Aprendí a valorar a mamá, cuidarla, amarla, escucharla y seguir sus sabios consejos. Reforzamos nuestro lazo y creamos un vínculo aún más especial. 

Aprendí a agradecer por cómo se dieron todas las cosas. Agradecí al cáncer por hacer las cosas cómo las hizo, por darme la oportunidad de despedirme de papá y aprovechar sus últimos instantes en este plano. 

Sigo aprendiendo que no está mal extrañar, que está bien llorar y que no debo de hacerme la fuerte por nadie. Que debo dejar salir mis emociones, sentirlas, vivirlas  y fluir con la vida.



laGuizar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Herramientas

Hace un par de años tomé una de las mejores decisiones de mi vida... Recuerdo que le conté a mi mamá que había comenzado a ir a terapia, ella se alarmó y le dio total mortificación porque el significado de esto que teníamos en la familia es que "a terapia sólo va la gente con serios problemas mentales".  Mi mamá me dijo que platicara con ella, que era mi amiga y que no me preocupara... irónico porque la preocupada era ella. Yo estaba comenzando un camino hacia mi misma.  Poco a poco  comenzaron a desaparecer los estigmas rodeados de miedos e inseguridades, poco a poco fui redefiniendo lo que es ir con un psicólogo. No tiene que pasar algún evento específico que genere un trauma para comenzar a hacerlo, podemos hacerlo sintiéndonos bien con ganas de estar mejor. Aunque parezca moda, no lo es. Ir a terapia es para trabajar por y para ti, requiere mucho valor, mucha incomodidad y sobre todo, mucha confrontación contigo mismo, dejar de voltear a ver al otro y verte a ti. Cada vez

Amando la vida

Un día en medio del tráfico, con la música en modo random de fondo y sólo pisando el freno del auto para poco a poco llegar a mi destino, me descubrí perdida en mis pensamientos...  Me di cuenta que no sentía frustración, que estaba en completa paz en medio del tráfico, sin pensamientos pesimistas ni dando oportunidad a que mi mente se pusiera a desvariar.  Observé con delicadeza el pasado y le sonreí.  Dudas, fantasmas, sensaciones de incertidumbre, rutinas llenas de insatisfacción, miedos... ya no me acompañaban en el auto, ni en mi mente, ni en mi corazón. Agradecí por cada momento vivido, por cada decisión, por cada oportunidad que me trajeron a este momento presente lleno de paz.  Reconocí mi fortaleza, sabiduría e intuición para haber podido tomar las decisiones que tuve que tomar para reencontrarme con mi paz, para encontrarme nuevamente conmigo... p ara apreciar la vida que sencillamente es.  Y así, hoy conmigo, me encuentro amando mi vida y con ganas de más.  laGuizar.

Cáncer

Aunque sabía de tu existencia jamás imaginaba tenerte en mi vida. Llegaste sin previo aviso, de golpe, llegaste a una de las personas más importantes de mi vida, a la persona que jamás imaginé que me faltaría. Jamás fui capaz de imaginarte en mi vida, de que lastimaras tanto mi esencia. Paralizaste mi mundo, paralizaste mi fe. No terminaba de aceptarte cuando decidiste quitarme todo. ¡Puto cáncer, puto cáncer, puto cáncer! Pasaron meses de intensa oscuridad, caminaba sin esperanzas de volver a ver un rayo de luz, después de tanto hoy puedo agradecerte por tu forma de llegar, de estar y de irte. Te agradezco porque lograste fortalecer lazos con seres amados. Te agradezco por enseñarme lo que realmente es importante, las personas, los momentos, las oportunidades que da la vida cada mañana. Te agradezco por permitirme aprovechar y disfrutar hasta el último momento con él, porque aún contigo él siguió siendo un gran ejemplo para mi y para muchos. Te agradezco por haberme per