Después de recorrer un camino difícil que (por puro conformismo) decidiste atravesar, basta tan sólo un instante para voltear hacia atrás y darte cuenta que ya habías perdido demasiadas batallas en una guerra que aún no comenzaba.
Así que después de tener un "flashback", descubres que muchas de tus decisiones pasadas van exactamente en contra de lo que tenías como plan, como filosofía. Que todo lo que decías que NUNCA serías capaz de hacer, lo terminaste haciendo y gustosamente.
Y exactamente en estos momentos tu presente se encarga de echarte en cara todo lo que supone ser tu pasado y a modo de burla, ¡ja!... Bueno, pues basta, es tiempo de perdonar y principalmente de perdonarte.
Perdonar para ser libre de las cadenas del pasado.
Perdonar a quien te traicionó, a quién te lastimó.
Perdonar para reencontrarte con tus gustos y pasiones que tanto disfrutabas hacer.
Perdonar para liberarte, para cerrar las heridas y que por fin logren sanar.
Perdonarte a ti por no haberte permitido tener la libertad que te mereces para vivir tu vida, de darte gusto, de soñar, de disfrutar a tu familia, a tus amigos, tu trabajo, el momento; de luchar porque la vida no es nada fácil.
Y tal vez el problema de todo buen ser humando es que aún no entendemos que la vida nada más es una y hay que VIVIRLA, ¡carajo!
Perdonar para vivir en paz contigo misma y con el resto del mundo.
Perdonar para volver a creer.
Perdonar para seguir avanzando.
laGuizar.
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