A ti.
Te agradezco a ti por haberme enseñado lo que es amar.
Cuando tuvimos nuestro tiempo fue algo emocionante, lleno de luz, esperanza, ilusiones, apoyo y amor.
Contigo experimenté sensaciones que nunca nadie me había hecho sentir. Contigo aprendí y pude crecer como persona y como mujer.
Nuestro tiempo pasó y por necedad quisimos prolongar algo que hacía mucho se había ido.
Cada día te buscaba en los ojos de alguien más.
Cada día te buscaba en los ojos de alguien más.
Me costó trabajo aceptar que no eras tú.
Me costó más trabajo soltarte para que nuestras vidas siguieran su camino.
De una u otra forma nuestra extraña conexión seguía, comenzaba a descubrir el daño que me hacía.
Aún consciente, quería seguir en tu camino.
Cada vez que platicábamos y me contabas de tu vida, sentía como mi corazón se endurecía. Lograste hacer muchos de nuestros planes con tu nuevo amor y eso sólo golpeaba mi corazón.
Luché constantemente por sacarte de mi mente y mi corazón. Entendía que saber de ti sólo me lastimaba más.
Toqué fondo al descubrir que para ti sólo era un objeto, esa última opción, una mujer sin valor, ver que todo era una falsa ilusión al tratar de llevar esa "amistad".
En tu voz descubrí el vacío que hay en ti y sólo pedí que fueras capaz de sanar todas esas heridas del pasado para poder seguir.
Perdóname por no haber tenido el valor antes de frenar este daño que nos hacíamos, me aterraba la idea de alejarte de mi vida, ciegamente confiaba en el tiempo. Pero aún no es tarde para dar espacio y escuchar nuestro destino.
Te abrazo en la distancia, te agradezco por haberme despertado, te perdono y me perdono a mi por el mal que nos hicimos al prolongar mucho más de lo debido nuestro encuentro que hace tiempo se había ido.
Con un corazón roto y parchado me despido y espero que ambos logremos encontrar la paz y así poder seguir nuestros caminos; recordando de vez en cuando todo lo bueno que vivimos.
Esta vez es sólo para ti.
laGuizar.
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